Se conocieron y después de solo un mes, tras un noviazgo relámpago, firmaron la libreta roja de casamiento. Pero algo no andaba bien: solo veinte días después de su enlace repentino, Héctor Eduardo Ramírez, de 44 años, apareció colgado de una viga en una de sus gomerías ubicada en San Francisco Solano, en en Buenos Aires.

Su reciente esposa, Leonor Báez, dijo haberlo encontrado así y, con evidente afectación, repetía ante quien quisiera escucharla que su esposo se había quitado la vida tras una discusión entre ellos.

Ella no contó con un imponderable: el gomero no había muerto. Fue internado y, cinco días después, cuando despertó del coma, contó la verdad: su esposa y un ex novio de ella lo habían golpeado y habían montado la escena del falso suicidio, seguramente, con la intención de que ella heredara los negocios y poder disfrutar juntos de los dividendos.

Fuentes judiciales y policiales dijeron que Báez (que según su documento se llama Eleonora Elizabeth) y quien fue su anterior pareja, Higinio Morales Ocampo, conocido en aquella zona de Quilmes como “Carlos, el paraguayo”, fueron detenidos ayer, el mismo día en que Ramírez fue dado de alta y ratificó en el expediente lo que ya había contado cuando despertó del sueño forzado al que lo sumió el intento criminal de su pérfida esposa el 6 de marzo pasado.

Los voceros dijeron que ese día, Báez dijo haber encontrado a su esposo colgado dentro de una de sus gomerías, en Mosconi y calle 853, San Francisco Solano, a solo dos cuadras de la casa que compartían hacía poco tiempo.

Los vecinos, alertados por los gritos de la mujer que había salido del local en estado de shock, llamaron al 911. Personal de la comisaría 4a. de Quilmes bajó a Ramírez de la vida. Cuando lo subieron a la camilla de la ambulancia, Báez lo creía muerta; pero los emergentólogos advirtieron que la víctima tenía signos vitales.

Cuando llegó, detrás de la ambulancia, al hospital, Leonor Báez se enteró de que un hilo delgado aún ataba a su esposo a la vida. Ella dio indicaciones precisas a las enfermeras para que no dejaran ingresar a nadie a verlo en la sala de terapia.

El hecho comenzó a ser investigado por la policía de Quilmes y el fiscal Ariel Rivas, quien ordenó diversas diligencias y tomó declaración a vecinos del gomero y a la esposa, quien dijo que Ramírez se había colgado tras una discusión que habían mantenido la mañana del 6.

El curso de las averiguaciones reveló que, tras un breve romance de un mes, Báez y Ramírez se habían casado el 15 de febrero. También se supo que, el día del hecho, ella había estado en la gomería con “Carlos, el paraguayo”, que resultó ser su ex pareja.

La hipótesis del suicidio comenzó a hacer agua. Y se hundió definitivamente el 11 de marzo, cuando Ramírez salió del coma y denunció que su esposa y aquel hombre habían intentado matarlo, añadieron los informantes.

Contó a los investigadores que el 6 de marzo, a las 20.30, cuando cerraba el local, su esposa y Morales Ocampo lo golpearon en la cabeza, lo arrastraron hasta el fondo de la gomería, le pusieron un cable alrededor del cuello y lo colgaron de una viga para simular un suicidio.

El caso, que originalmente había sido caratulado como “tentativa de suicidio” terminó como “homicidio agravado por el vínculo en grado de tentativa”.

Esta mañana, la hermana de Ramírez, Graciela, contó a Télam que su hermano “vivió un calvario porque la mujer que lo enamoró en poco tiempo y se casó con él” lo hizo “para asesinarlo y quedarse con sus bienes”.

“Mi hermano estuvo cinco días casi muerto, pero una tarde abrió los ojos y contó que su esposa lo quiso matar. Ella nunca se imaginó que iba a ir presa por asesina”, agregó Graciela, que dijo que su cuñada le pegaba a Ramírez y luego lo acusaba de haberla atacado él primero.

En los últimos días se reportó el trágico fallecimiento de Nara Abigail Escobar Estigarribia, una niña de 13 años de edad oriunda del departamento de Concepción.

La menor perdió la vida a causa de una serie de complicaciones en su estado de salud, derivadas de un presunto cuadro de dengue grave, conocido anteriormente como “dengue hemorrágico”.

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El doctor Mario Pérez, director del Hospital Regional de Concepción, manifestó que la paciente empezó teniendo fiebre, vómitos y dolores propios de la enfermedad, por lo que fue internada primeramente en un sanatorio privado.

Debido al agravamiento de su cuadro, la niña fue trasladada al Hospital de Concepción y de allí nuevamente hasta el Hospital Pediátrico “Niños de Acosta Ñu” de San Lorenzo, donde ya no pudo llegar puesto que falleció en el camino.

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El diagnóstico habla de un paro cardiorrespiratorio como causa de la muerte, siendo el dengue en su variante más aguda y crítica el responsable principal de este trágico deceso, según los médicos.

El Instituto Salesiano San José de Concepción, de donde la pequeña Nara Abigail era alumna, resolvió decretar “duelo institucional” en memoria de la estudiante fallecida.

La joven L.B.M.E. relató los terribles maltratos físicos y psicológicos que sufrió mientras estuvo en convivencia con su expareja Erico José Lugo Adorno. La relación duró un año seis meses, de los cuales un año vivieron juntos.

“Al inicio de la relación fueron maltratos psicológicos, por ejemplo, me decía que era inútil, una basura, una mierda, pero ya en diciembre del año pasado llegó a lo físico. Comenzó empujándome por la pared, amenazándome que me rompería la cabeza con cualquier cosa”, mencionó la afectada en contacto con nuestro medio, detallando que el 19 de marzo Erico comenzó a agredirla de todas las formas, como cachetadas, golpes en la cabeza, empujones y rotura de labios.

“Una vez me asfixió con la almohada, no sé cuánto tiempo perdí el conocimiento, de lo que sí desperté desnuda, bajo la ducha y él (Erico) tirándome agua para que me despierte. La última vez me golpeó fue al costado del rostro, me apretó contra la puerta, casi me rompió la rodilla y me desmayé. Cuando desperté vi que tenía la llave de la casa y sus cosas en el pasillo, por lo que lo eché de la casa”, manifestó.

En consecuencia de los abusos que la joven sufrió durante ese tiempo, intentó sacarse la vida. “Él me alentaba, me decía ‘matate sos una mierda, sos un asco’, ese día no aguanté y agarré un cuchillo con intenciones de matarme por lo mal que me hacía sentir”, lamentó.

La víctima dijo tener mucho miedo por las represalias, ya que realizó las denuncias correspondientes por violencia familiar. Mencionó que el hombre quiere robarle el celular debido a que todas las pruebas del maltrato que sufrió las tiene en el dispositivo. “Él con su hermana están tramando todo, no sé qué quiere, solo quiero que me dejen en paz porque temo por mi vida”, finalizó.

Tras las denuncias que la joven presentó, el juez de Paz de la ciudad de Lambaré, José Velázquez dispuso sobre Erico una orden de restricción y prohibición de acercamiento a la denunciante, además de tener prohibido el ingreso al domicilio, prohibición de realizar de manera directa o indirecta actos de persecución, hostigamiento por cualquier medio (en persona, llamadas, mensajes), prohibir actos de violencia física o psicológica hacia la mujer o sus familiares. En caso de incumplimiento de dicha orden, se remitirá los antecedentes a la Fiscalía por desacato.

En cuanto al uso de gases específicos, la viceministra mencionó el uso del gas amoníaco en las industrias. “El amoníaco es un gas natural con un costo accesible y se usa ampliamente en frigoríficos y cámaras de refrigeración y congelados. Es esencial que se utilice de manera adecuada para asegurar la seguridad alimentaria”, explicó.

Esta jornada de seguridad también marca el inicio de un grupo de trabajo dedicado a la creación de normas de calidad, que serán adoptadas por todas las industrias relacionadas. Esta colaboración es fundamental para garantizar que las industrias cumplan con los estándares necesarios y mantengan la seguridad en todos los niveles de la cadena de frío.

A su vez, la titular de INTN, Lira Giménez, destacó la importancia de la seguridad en el manejo del amoniaco y anunció medidas concretas, como la firma de un convenio y la elaboración de normas de manejo.

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“Esta iniciativa que hoy nos motiva de manera diferente, seguro que vendrán otras acciones de diferentes tipos para dar respuestas acertadas, tanto en el sector público como el privado, al manejo de una sustancia, la aplicación universal en la industria, como lo es el amoniaco”, expresó Giménez.

Asimismo, resaltó la importancia del trabajo conjunto y la voluntad de aprender y mejorar en el manejo de este tipo de gas.

Por su parte, Daniel Burt, gerente de la Cámara Paraguaya de Carnes señaló la importancia de garantizar las condiciones laborales adecuadas para los trabajadores y se comprometió a trabajar en conjunto con el gobierno y otras instituciones para alcanzar este objetivo. Igualmente, agradeció la puesta en marcha de este tipo de actividades.